CONEXIÓN CON LO ESENCIAL
¿Qué es lo esencial? Algunas palabras relacionadas a su significado: intrínseco, propio, constitutivo o primordial en algo; constituyendo su naturaleza. Lo esencial, por lo tanto, puede ser lo más importante, lo fundamental.

Ahora bien, ¿en qué mundo habita? Algunos dicen que están buscando regresar a lo esencial y ello ha implicado, por ejemplo, deshacerse de cosas materiales. Pareciera que desde una mirada de adentro hacia afuera, llevar una vida de acumulación de bienes, objetos y cualquier elemento que “llene” espacios, momentos; en algún punto, lo que ocasiona es “un mundo de complicaciones” que requiere de un alto para “simplificar”, y con ello, atender el llamado de regresar a lo esencial.
Si se atiende este llamado y miramos hacia adentro, entonces: ¿De qué habría que despojarse? ¿Cuántas capas, que sostienen el ego, tendríamos que eliminar? ¿Cuáles serían los juicios que tendríamos que revisar o “refundar” para llevar una vida simple, en liviandad?
Lo esencial habita en nosotros mismos, es lo que impulsa nuestros propósitos y reviste de valor todo aquello que traigo a nuestra vida.
Esa valoración viene del corazón y no de lo que dicta la razón. Mientras se escribía este artículo, retumbaba la frase: “Lo esencial es invisible a los ojos, sólo con el corazón se puede ver bien” del diálogo en El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry.
Esta frase invita a la reflexión sobre aquellas cosas que, a veces, no somos capaces de ver pues las observamos con una mirada superficial. Desde esa particular manera de observar el mundo, nada es suficiente, hay deseo de más y más; y como bien cuenta esa maravillosa historia, para El Principito, el mundo de los adultos resulta extraño pues tan ocupados siempre en asuntos serios e importantes, se olvidaban de disfrutar la vida.
¡Cultiva una rosa, siente el roce de la brisa en tu cara, abre tus brazos al Sol, posa tus pies en la grama fresca… siente tu corazón y experimenta lo esencial!
Autora: Malena Arteaga.